Las ruedas son un elemento fundamental en el comportamiento de una bicicleta de carretera y es por ello que hay que darles la importancia que requieren. Detrás de todos y cada uno de los neumáticos (la parte que da forma a la rueda de una bici) hay mucha tecnología, y son varios los aspectos que deberás tener en cuenta a la hora de distinguir los diferentes tipos de neumáticos de bicicleta de carretera que coexisten en el mercado.
Esto te servirá, además, para elegir los que más se adapten a tus preferencias. Lo cierto es que unas buenas ruedas pueden darle un giro a tu bicicleta y proporcionarte una experiencia totalmente nueva.
El significativo papel del neumático
Sea cual sea tu nivel en el mundo del ciclismo de carretera, nunca debes subestimar el papel de los neumáticos que te acompañarán en tus salidas en bici. Junto con el cuerpo del ciclista, son un elemento fundamental para la resistencia aerodinámica sobre la bici. De hecho, de ellos dependerá cómo percibas el terreno sobre el que estés pedaleando, y también influirán en tu resistencia sobre ruedas. En definitiva, son un pilar fundamental para tu experiencia en carretera.
Para escoger tus mejores neumáticos de bicicleta de carretera deberás tener en cuenta elementos como la gama y el presupuesto que quieres destinarles, el uso que haces de tu bicicleta, su tamaño y el tipo de rutas e itinerarios que sueles realizar. Una vez sabes cuáles deben ser los criterios de elección, te mostramos los diferentes tipos de neumáticos, para que seas tú quien tome la decisión final.
Descubre las características de cada neumático
Las tres variantes en las que vamos a centrarnos en este artículo son los neumáticos de cubierta con cámara (el sistema más convencional y al que la gran mayoría de ciclistas y cicloturistas están habituados), el sistema tubular (el más recurrente en ciclismo profesional), y el llamado tubeless (es el sistema más popular en el mundo de la Mountain Bike o MTB y desde hace pocos años está empezando a adaptarse al ciclismo de carretera).
Escoger los neumáticos que llevarás puede ser determinante para mejorar las prestaciones y el rendimiento de tu bicicleta, pero es importante que los elijas teniendo en cuenta qué tipo de uso les darás. Por eso, a continuación te contamos las características principales de cada uno y te facilitamos la comparación de sus prestaciones.
Compara las tipologías de neumáticos de bicicleta de carretera a tu alcance
1. Neumáticos de cubierta con cámara
Los neumáticos de cubierta con cámara se presentan como el sistema más convencional que existe en el mercado del ciclismo de carretera y son conocidos tanto en el ámbito profesional como en el ámbito recreativo. Seguro que tú también estás habituado a ellas. Este tipo de neumático es compatible con todas las bicicletas y llantas del mercado, a diferencia del sistema tubeless.
¿Por qué se trata del sistema más popular? Principalmente, debes saber que el llamado “cubierta + cámara” es el modelo de neumático más económico, además del modelo más sencillo cuando se trata de llevar a cabo reparaciones. Esto te permitirá salir de ruta con la total seguridad de que podrás reparar tus ruedas en caso de pinchazo, y eso no te llevará más de 10 minutos. Además, el peso de una cámara de repuesto es mínimo. También debes saber que el mantenimiento será mucho más sencillo y que si no haces uso de las ruedas durante unas semanas apenas habrán perdido presión.
Sin embargo, y también en términos de peso, uno de los mayores inconvenientes de los neumáticos de este tipo es que el peso es superior que en el caso de los sistemas tubulares y de tubeless. Por otro lado, las cámaras actualmente ya pueden soportar los 11 Kg de presión, aunque esta es algo inferior a la presión de un sistema tubular. También en cuanto a desventajas, debes tener en cuenta que se trata del sistema con más posibilidades de sufrir lo que conocemos como un pellizco, causado por la colisión con una piedra o con un bordillo.
2. Neumáticos con sistema tubular
Este tipo de neumáticos está formado por una cubierta con una banda de rodadura en su exterior, la cual está adherida con un pegamento especial a la llanta. Las gamas más altas de ruedas ya incorporan este sistema, que -como todos- también tiene ventajas e inconvenientes.
El neumático tubular es el utilizado en competición. Aunque muchos profesionales prefieran entrenar con cámara y cubierta, a la hora de hacer carreras necesitan un sistema que soporte mucha más presión (14 Kg de presión), apenas sienta fricción y mantenga una amortiguación plena. Se trata del sistema más ligero (tiene un peso de 300 a 400 gramos el par aproximadamente) y ofrece un rendimiento muy elevado, además de ser menos vulnerable que la cubierta ante pellizcos y pinchazos.
Y lo cierto es que en tu taller van a tener que cambiar la pieza entera, pues al estar encolada directamente a la llanta, van a tener que desenganchar la pieza, arrancarla, limpiar la zona afectada y aplicar un tubular nuevo. Por su compleja composición -gracias a la cual se trata de un sistema mucho más resistente-, el neumático tubular es el modelo con el precio más elevado en la actualidad.
3. Neumáticos con sistema tubeless
Lejos de lo que ocurre en el ámbito de la MTB, en ciclismo de carretera el sistema tubeless apenas se ha desarrollado, aunque se trata de un método con mucho margen de desarrollo.
La principal diferencia de los neumático tubeless de bicicleta y las otras tipologías es que en esta se elimina completamente el uso de cámaras. En esta rueda, la cubierta queda sellada con la llanta gracias a un material llamado caucho butilo que se encuentra en su interior y hace que ambas piezas se acoplen.
Este sistema se sirve de un líquido sellante que autorepara la rueda tras los pinchazos (siempre y cuando no sean demasiado profundos). El líquido se introduce a través de una válvula y permite que, aunque claves un tornillo a la rueda, ésta no pierda nada de aire. Hablamos, entonces, del sistema más infalible frente a pellizcos y pinchazos. Además, este tipo de neumáticos cuentan con unos flancos más reforzados que te permitirán usar una presión menor sin deformaciones. Con ello, lograrás una mayor capacidad de absorción de vibraciones y puede que la experiencia sobre ruedas te resulte más cómoda.
Uno de los aspectos más desconocidos de esta tipología es que si tu sistema tubeless sufre algún daño, podrás reparar tu rueda de forma sencilla aplicándole una cámara, aunque si tienes la capacidad de hacerlo o puedes acudir a un taller, también podrás volver a incorporarle un tubeless.
En cuanto a inconvenientes del sistema tubeless, podemos decir que todavía es un modelo incipiente en ciclismo de carretera y la variedad de producto en gamas medias y bajas aún es limitada. De otro lado, aunque el mantenimiento de este modelo no sea tan engorroso como en los neumáticos de tipo tubular, hay que tener en cuenta que el liquido de sellado antipinchazos puede evaporarse con el paso de las semanas, y tendrás que ir reponiéndolo cada 3 o 4 meses para que el efecto de autoreparo no pierda eficacia.
Lo que debes recordar es que a pesar de tratarse de sistemas muy diferentes entre sí, son los sistemas tubulares los que necesitan una llanta específica para tubulares. Por el contrario, cualquier llanta de cubierta puede pasarse al sistema tubeless y viceversa. Si estás pensando en cambiar tus neumáticos, no dejes pasar la oportunidad de contactar con nuestros expertos para que resuelvan tus dudas. Y no olvides que los neumáticos son el único contacto entre la pista y tu bicicleta. Préstales la atención que merecen.
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Si quieres conocer aún más sobre los diferentes tipos de neumáticos de bicicletas y sus funcionalidades, aquí te dejamos este vídeo de nuestro canal de YOUTUBE.
Nuestro experto Juan nos hará un repaso sobre los diferentes tipos de cubiertas existentes en el mundo del ciclismo tanto en bicicleta de carretera, bicicleta de montaña o bicicleta eléctrica.
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