La lucha entre los frenos convencionales y los frenos de disco en las bicis de carretera es quizás uno de los temas más delicados y controvertidos en esta tipología de ciclismo. Desde que los discos empezaron a implementarse en el ámbito del ciclismo en ruta (antes de ello ya eran habituales en la modalidad MTB) las opiniones de los ciclistas están dividas. En este aspecto, queremos que sepas que no existe una variante más válida que la otra, sino que todo depende de las expectativas e intereses de cada deportista.
Freno convencional vs. freno de disco
Debes tener en cuenta que ambos modelos tienen ventajas e inconvenientes. En este artículo queremos mostrarte las facetas positivas y negativas de los frenos de disco y los frenos convencionales, también llamados frenos de llanta, para que seas tú quien elija la mejor opción. Empezaremos explicándote el funcionamiento de cada uno para después exponer dos aspectos favorables y dos aspectos desfavorables de los dos.
Freno convencional
El freno convencional, también conocido como “freno de llanta” o “pastillas de freno” es la tipología de freno más tradicional. Se trata de una pieza que se coloca en la parte superior de las llantas de la bicicleta y que conecta con las manetas de freno a través de un cable. Al presionar las manetas de la bici, las levas que envuelven la llanta reducen su distancia entre ellas, haciendo que las pastillas de freno (o zapatas) presionen la rueda gracias a los tornillos de fijación. Ese es el proceso que provoca el frenado de tu bici.
Ventajas
1. Es un mecanismo ligero
El freno tradicional tiene a su favor su propia composición. Al tratarse de un mecanismo más sencillo que el de los discos de freno, su peso es inferior, algo muy valorado en mundo del ciclismo. Además, permite ser ajustado con mayor rapidez y sin necesidad de tener conocimientos de mecánica.
Por este motivo, si en el trascurso de una ruta percibes que el freno está mal regulado, con sencillos movimientos y en solo unos minutos conseguirás recolocarlo. También en esta línea, el cambio de rueda te resultará mucho más fácil si cuentas con frenos de estas características. En definitiva, el mantenimiento te resultará mucho más sencillo.
2. Es más asequible
El freno de pastilla para una bicicleta de carretera está formado al fin y al cabo por distintas piezas de pequeño tamaño que al accionarse producen una reacción física que termina en frenado. Al no ser un sistema tan complejo como la variedad de frenado con disco, su precio también es mucho inferior. Con todo ello, el mantenimiento es más económico. Si necesitas comprar recambios o reparar cualquier parte del freno, tu bolsillo se resentirá menos que si tuvieses que hacerlo con un freno mecánico o de disco.
Inconvenientes
1. Es más vulnerable a la meteorología
Esta es la principal causa por la que muchos ciclistas deciden abandonar la opción del freno convencional. Con esta modalidad, tu bicicleta será mucho más vulnerable a agentes externos como la lluvia o el barro en una carretera, haciendo que el tiempo de frenado se prolongue más. Digamos que con el freno de pastilla, a la primera vuelta que la rueda da sobre la pista mojada aún no consigue frenar, y es a la segunda vuelta (cuando la pista ya está limpia por el paso de la rueda) cuando empieza el frenado.
No obstante, esta prolongación del tiempo de frenado no siempre es perceptible, pues depende mucho de la fuerza aplicada a la maneta de freno o de las condiciones del terreno. Si la carretera está seca y en perfectas condiciones, y además te encuentras con pocas ocasiones de frenado, apenas percibirás la diferencia.
2. Requiere más energía por parte del ciclista
La segunda desventaja más destacada del freno de pastilla, y directamente relacionada con la meteorología y las condiciones del terreno, es que al tener una menor capacidad de frenada en mojado, en largas rutas es posible que termines percibiendo una mayor tensión muscular y un mayor desgaste en el tren superior. Lo mismo ocurrirá si gran parte de tu recorrido es en pendiente descendente, pues utilizarás mucho más el freno y -en el caso de contar con el método tradicional- deberás aplicar más fuerza a las manetas de freno.
Freno de disco
Antes de que esta tipología llegase al mundo del ciclismo de carretera, ya era muy habitual en el ámbito del Mountain Bike (MTB), donde resulta imprescindible conseguir un frenado eficiente en terrenos mojados y abruptos. El funcionamiento del frenado de disco, también conocido como freno hidráulico o freno mecánico te recordará al funcionamiento del freno de un automóvil. De este modo, el disco cuenta con un circuito hidráulico por el que circula el líquido de frenado. Este líquido avanza hasta presionar el pistón y empujar las pastillas contra el disco. Es ahí cuando se acciona el frenado de la rueda.
Ventajas
1. La frenada es eficaz bajo cualquier circunstancia
La característica principal de los frenos de disco de bicicleta de carretera -y la más valorada- es su capacidad de frenado bajo cualquier circunstancia. Con todo ello, contarás en todo momento con la seguridad de una frenada mucho más rápida y eficaz a pesar de que la pista esté mojada o sucia por el barro, por ejemplo. Se trata de una frenada mucho más enérgica aplicando una fuerza menor, con lo que también te cansarás mucho menos.
También debes saber que esta eficacia en la frenada contempla además otros agentes externos que tienen mayor repercusión en el freno convencional. Así, independientemente de tu peso, tu condición física, tu bicicleta o el tipo de ruedas, la frenada seguirá siendo impecable.
2. Tiene mucho margen de desarrollo
Los frenos de disco son el presente en el mundo del ciclismo de carretera, pero también son el futuro. Muchas son las marcas especialistas que están confiando en esta metodología para dejar atrás el sistema convencional. Del mismo modo, el ciclismo de competición avanza paulatinamente hacia este modelo, y muchos equipos ya se decantan por él al 100%, obligando a sus ciclistas a utilizar discos.
En términos relativos, se trata de un tema incipiente para el ciclismo de carretera, y es por ello que el freno de disco aún tiene mucho margen de desarrollo, mejora y crecimiento. Cada vez serán más las investigaciones destinadas a la optimización del disco y es probable que con el tiempo vayamos descubriendo nuevas piezas que presentarán mejores respecto a sus versiones anteriores.
Inconvenientes
1. Más peso y mayor complejidad
Con solo mirarlo verás que el sistema de frenado con disco es mucho más robusto y complejo que el sistema de frenado convencional. Por ello resulta más pesado, lo que se convierte en la desventaja más perceptible por el público ciclista. El peso de un disco de frenado oscila entre los 300 y los 500 gramos, con lo que este sistema puede llegar a pesar hasta 1 Kg, que se añadirá al peso total de tu bicicleta.
También en cuanto a complejidad, el mantenimiento de esta tipología de freno es mucho más costoso, no solo económicamente hablando. Si el disco sufre alguna alteración durante una ruta, te será algo más complicado volver a ajustarlo, y también se te complicarán un poco más los cambios de rueda de tu bicicleta.
2. Es un riesgo añadido en caídas y choques
La probabilidad de sufrir heridas durante una ruta de ciclismo está fundamentalmente en las caídas y los choques, situaciones en las que el peligro no solo radica en el impacto, sino también en el roce con algunas de las piezas de la bicicleta. En este sentido, son muchos los ciclistas que ven el freno de disco como un riesgo añadido, ya que pueden llegar a provocar cortes en la piel en según qué caídas. De otro lado, en situaciones de pelotón en una ruta ciclista de carretera, la colisión con otros ciclistas también puede llegar a ser un problema.
Como veníamos diciendo, el freno de disco es aún un sistema en fase inicial que tiene ante sí un horizonte de posibilidades de mejora.
Ahora que ya sabes cuáles son las principales diferencias entre los dos sistemas de frenado, debes ser tú quien elija cuál es más conveniente. Si aún tienes dudas, no olvides dejarte aconsejar por un especialista que valore tu situación y te recomiende el modelo más adecuado a tu nivel, tus preferencias y el tipo de recorridos en bici que sueles hacer.
¡Gracias por haber llegado hasta aquí!